jueves, 19 de junio de 2014

VONDA McINTYRE, o el arte de tejer universos

(Columna 11: para publicar 13-06-2014)


Vonda McIntyre es una escritora estadounidense de ciencia ficción nacida en 1948. Bióloga, fascinada por la vida marina, se ha dedicado a retratar con sensible lucidez las relaciones personales y el temor a lo desconocido. Ha escrito gran variedad de cuentos y novelas, entre ellas varias novelizaciones de las películas de Star Trek. A los 22 años entró al taller para escritores de la Universidad Clarion de Pensilvania. Tres años después ganaría su primer premio Nébula. Y ya nunca se detuvo.

Vonda Neel McIntyre  nació en Kentucky el 28 de agosto de 1948. Hija de H. Neel y Vonda B. Keith McIntyre, pasó su primera infancia en la costa este de los Estados Unidos, antes de que su familia se estableciera finalmente en Seattle a principios de 1960.
Estudió biología en la Universidad de Washington, donde se licenció con honores en 1970 e inició allí un posgrado en genética.
Ese mismo año asistió al prestigioso taller para escritores Clarion en la Universidad de Pensilvania, una experiencia que cambiaría su vida. Tanto, que al año siguiente fundó en Seattle la “sucursal” oeste del taller, con el apoyo del fundador de Clarion, Robin Scott Wilson. Trabajó allí durante dos años.



Entonces, en 1973, con 25 años de edad, ganó su primer premio Nébula, por “De Niebla, Hierba y Arena”. Este cuento-largo/novela-corta se publicó incontables veces tanto en recopilaciones de la autora como en antologías de la época, entre ellas la extraordinaria Mujeres y Maravillas (Women of Wonder, 1975) editada por Pamela Sargent.  Cuenta la historia de una curandera en un lugar desolado, inhóspito,  y el profundo temor a lo desconocido. Más tarde, este relato formó parte de la novela Serpiente del sueño (Dreamsnake, 1978), que fue rechazada por el primer editor al que McIntyre la envió pero que luego ganó tanto el premio Hugo como el Nébula. McIntyre fue la tercera mujer en recibir el Premio Hugo.
En 1975,  también, se publicó su primera novela El exilio de espera (The Exile Waiting) y en 1976 Aurora: Más allá de la Igualdad, una antología de ciencia ficción feminista / humanista, que co-editó con Susan Janice Anderson.
En 1979 salió “Torrente de fuego y otros relatos” y dos años después Nebulae lo publicó en castellano. Esta primera colección de relatos incluía tres de las más famosas novelas cortas de los últimos años: Aztecas, nominada a los premios Hugo y Nebula, que describe una cultura interestelar en la que los vuelos por el espacio son de algún modo una prueba de resistencia; Tapón Roscado (también seleccionada por Robert Silverberg para su antología “The Crystal Ship”), que es un relato de camaradería y sacrificio en un planeta carcelario, y De Niebla, Hierba y Arena, su primer relato premiado, además de otras historias muy logradas.
En esa misma época y a raíz del éxito de Serpiente del sueño,  McIntyre fue elegida para escribir las novelizaciones de las películas de la serie Star Trek: Star Trek II: La ira de Khan, Star Trek III: En busca de Spock y Star Trek IV: The Voyage Home.
McIntyre inventó el primer nombre del personaje “Sr. Sulu”, que se convirtió en el oficial después que Peter David, autor de la adaptación del cómic, visitó el set de Star Trek VI: El país desconocido y convenció al director Nicholas Meyer de que lo agregara en el guión de la película.
Vonda era bien conocida por defender la calidad de las series de televisión.
Al participar en una convención de ciencia ficción de un panel acerca de series de CF, se exasperó ante la opinión extremadamente negativa de otro panelista respecto a los programas de CF existentes en la televisión en ese momento. Le preguntó al panel y a la audiencia si habían podido ver Viajeros estelares (Starfarers), que según ella era un sorprendente miniserie de CF que casi no tenía televidentes debido a la mala ubicación en la grilla de horarios que le había asignado el canal. No existía tal programa pero luego, reflexionando sobre la trama que ella misma había descripto, McIntyre determinó que sería buen tema para una novela, y se dedicó a escribir Viajeros estelares (Starfarers, 1989),  así como sus tres secuelas (Transición, 1991; Metafase, 1992; Nautilus, 1994),  a las que más tarde se referiría como "mi mejor serie televisiva de CF jamás hecha". Incluso un fanático entusiasta llegó a hacer un comercial de televisión con la publicidad de la serie ficticia.
También ha escrito una novela cuasi-histórica, La Luna y el Sol, situada en Francia, en la corte de Luis XIV. Fue rechazada por varios editores, pero Pocket Books la publicó en 1997; recibió nominaciones para el James Tiptree, Jr. de 1997 y el Locus de 1998, y ganó el Nebula de 1998. En 2013, Pandemonium Pictures comenzó a producir la película, con Pierce Brosnan como el Rey Sol.
La Luna y el Sol narra la relación entre una mujer renacentista, recién llegada a la corte desde La Martinica, y una sirena capturada (se supone que su carne otorgará la inmortalidad a quien la coma). El nacimiento de la ciencia moderna en medio de la alquimia y las intrigas cortesanas, las guerras religiosas y el poder en decadencia (quizás el más peligroso), música en los salones, hambre en las ciudades y guerras en el continente, y también la extinción de otras especies a manos del ser humano.
Little Faces, nominada para el James Tiptree, Jr 2005, para el Sturgeon 2006, y para el  Nebula 2007 es un relato de ciencia ficción feminista que opera en distintos niveles, incluyendo la importancia de la ciencia, una trama interesante, y la crítica política y social que se funde con arco emocional del personaje. La historia va más allá de efectos llamativos y cosas asombrosas del futuro lejano. Por ejemplo, se analizan problemas como la violencia mujer-mujer y el significado de consentimiento. Se juega con las expectativas del lector respecto a cómo debe cumplir una mujer con el rol de poder.
Dos elementos presentes en varios de los relatos de McIntyre, con independencia de los contextos cambiantes, son “divers” (buzos) y “biocontrol”. Los divers son humanos modificados genéticamente para vivir bajo el agua, aunque conservan la posibilidad de respirar aire. Sus características incluyen branquias, piel aislante, manos y pies palmeados para ayudar a la natación, la capacidad de producir y escuchar sonidos en el rango utilizado por los cetáceos para la comunicación, y penes retráctiles para los hombres. Su novela Superluminal tiene un diver como  protagonista, y extensos desarrollos sobre la cultura diver en la Tierra; también aparecen en la serie Starfarers, y existen referencias en la novelización de Viaje a las estrellas IV.
El “biocontrol” es una habilidad aprendida que permite controlar aspectos de la propia psicología que son normalmente automáticos. La utilidad más importante es para control de la natalidad; parece ser que los profesionales del tema cambian la temperatura corporal alrededor de sus testículos u ovarios, para hacer inviable su material genético. Uno de los personajes experimenta el biocontrol en la trama de Serpiente del sueño; la habilidad se menciona además en la serie Starfarers, donde se utiliza también para retardar el crecimiento de la barba masculina, y en Viaje a las estrellas III, donde se toman exámenes de biocontrol.
McIntyre vive actualmente en Seattle y disfruta colaborando con el Hyperbolic Crochet Coral Reef, proyecto colectivo y colaborativo creado por Margaret y Christine Wertheim, directoras del IFF (Instituto para calcular). El IFF es una organización con sede en Los Angeles, California, que promueve la comprensión pública de las dimensiones poéticas y estéticas  de la ciencia, las matemáticas y las artes técnicas. El proyecto tiene como propósito sumar el trabajo de colaboradoras de todo el mundo para crear un arrecife en crochet. Lo describen como una celebración en lana de la intersección de la geometría superior y la artesanía femenina, y un testimonio de las maravillas que desaparecen del mundo marino, y comienza con la técnica de "crochet hiperbólico" descubierto en 1997 por un matemático de la Universidad de Cornell.

La realidad suele superar a la ficción.

jueves, 15 de mayo de 2014

ANGÉLICA GORODISCHER, o la capacidad de reinventarse

(Columna 10: publicada mayo 2014)

Para festejar la décima entrega de esta columna, hablaremos de la argentina Angélica Gorodischer. Desde los siete años supo que quería ser escritora. Aunque es conocida principalmente por su obra de fantasía y ciencia ficción, ha publicado libros muy diversos. Ha trabajado más allá de los géneros, ganado premios, dado clases y organizado simposios sobre creación literaria. Su escritura se caracteriza por la imaginación fascinante, el humor, el estilo intimista y la belleza del lenguaje. A lo largo de su vasta producción queda claro que la identidad (como mujer, como escritora, como artista) es el motor de una búsqueda constante.

Angélica Beatriz del Rosario Arcal nació en Buenos Aires en 1928. Sus padres, oriundos de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, volvieron a esa ciudad para establecerse cuando Angélica y su hermana Ana María eran pequeñas. Angélica ha vivido en Rosario desde entonces y muchas de sus historias están ambientadas allí.
A los 20 años se casó con el arquitecto urbanista Sujer Gorodischer, y decidió usar su apellido de casada para publicar. Al ser interrogada al respecto (sus ideas feministas son bien conocidas) aclaró que todos los apellidos son “de hombre”: de soltera se lleva el del padre y de casada el del esposo; incluso si se desea llevar el de la madre, en realidad se trata del apellido del padre de la madre. Está claro que para ella la identidad y la reivindicación de lo femenino pasan por otro lado.
Estudió en la Escuela Normal No. 2 de Profesoras en Rosario. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional del Litoral empezó a cursar una carrera, que abandonó para dedicarse a su familia (tuvo tres hijos). Trabajó de bibliotecaria en una editorial médica.
Tenía triple jornada: era esposa y madre, trabajaba fuera de casa, y además escribía. Se sentía culpable en relación a sus hijos, sentía que los abandonaba porque no estaba con ellos durante todo el día como otras señoras del barrio, y también se sentía culpable respecto a la literatura, porque sabía que eso era lo que quería hacer y no le podía dedicar todo el tiempo. Le dedicaba a sus hijos todo el tiempo que podía y a la noche, una vez que dormían y ella estaba agotada, sacaba la máquina de escribir de abajo de la cama, la ponía en una mesita y escribía hasta las tres de la mañana. Y al día siguiente, a las siete, se levantaba para ir a trabajar. Se dormía en todos lados. Con su esposo llegaron a pensar que estaba enferma. Consultamos con un endocrinólogo, que le dijo: "¿Sabe lo que tiene usted, señora? Sueño". (de la entrevista realizada por Claudia Selser, el 19 de diciembre de 2004, publicada en el diario Clarín)
Su carrera literaria comenzó en 1963, cuando ganó el primer premio del Club del Orden, que le significó la publicación de su primer libro, Cuentos con Soldados (1965), libro que escribió especialmente, creando historias basadas en las anécdotas que su padre, y los hombres de su generación, contaban acerca del servicio militar.
Y a partir de allí, los premios y distinciones la acompañarían a lo largo de los años, teniendo una relación intrínseca con su obra.
En 1964 ganó un concurso de la revista Vea y Lea con el cuento policíaco «En verano, a la siesta y con Martina», el primer cuento que había escrito.
En 1966 Minotauro publicó su novela "Opus dos", que transcurre en lo que parece un remoto futuro en los alrededores de lo que una vez fue Buenos Aires, ahora convertido en un campo arqueológico. Algo terrible ocurrió en el pasado, algo de dimensiones planetarias que casi acaba con la humanidad. De la supremacía blanca no queda nada, ahora son los negros los que dominan en la sociedad reconstruida. La historia se articula a través de nueve relatos que van describiendo los conflictos y la evolución de esa sociedad. Una alucinante transposición de nuestro propio mundo actual, que muestra en toda su crudeza los tabúes, las neurosis y las angustias impuestas por el racismo.
En 1973 Ediciones De la Flor publicó su libro de cuentos "Bajo las jubeas en flor", cuentos de ciencia ficción de un gran vuelo imaginativo. Este libro contiene uno de sus mejores relatos, brillantemente escrito: “Los embriones del violeta”, acerca de la imposibilidad de comprender lo diferente, específicamente la imposibilidad de los hombres para comprender la feminidad.
En 1977 apareció su libro de cuentos "Casta luna electrónica" (Andrómeda) y en 1979 una de sus obras más conocidas: "Trafalgar" (El Cid Editor), cuentos llenos de humor acerca de un particular viajante de comercio muy aficionado al café que dedica a comerciar con los más disímiles productos, pero no viaja entre provincias atravesando rutas interminables en un auto (como era usual en aquella época en Argentina y quizás en muchos otros lugares del mundo), sino entre planetas atravesando la oscuridad del espacio en su nave espacial.
En 1983 pareció "Mala noche y parir hembra" (La campana), libro de cuentos combativo, atravesado por el humor, absurdo, grotesco o irónico, acerca de la construcción de género y el lugar de la mujer en la sociedad.
Y también en ese año Minotauro publicó en Barcelona "Kalpa Imperial", una obra extraordinaria que le daría prestigio internacional.
Gorodischer escribió estos relatos durante el Proceso (dictadura militar que gobernó Argentina desde 1976 a 1983) y le llevó unos cuantos años. Tenía la intención de escribir ‘Las mil y una noches de occidente’. En él elaboraba todos esos temas de los imperios. Sin embargo, cuando terminó el libro, se dio cuenta de que había escrito un libro sobre el Proceso, sobre los militares, los generales, los emperadores, los usurpadores y los corruptos. (de la entrevista de Marianella Collette, en: Conversación al Sur. Entrevistas con escritoras argentinas, editorial Simurg, Buenos Aires, 2003)
En 1984 le fueron otorgados los premios Konex Diploma al Mérito en la categoría "Letras: ciencia ficción", Emecé por "Floreros de alabastro, alfombras de Bokhara" (novela de extraordinaria riqueza, que se publicaría al año siguiente), Sigfrido Radaelli al Mejor Libro de Narrativa por "Mala noche y parir hembra" (otorgado por el Club de los XIII) y el Premio Poblet a la Mejor Novela por "Kalpa Imperial".
En 1988 se publicó la novela "Jugo de Mango" (Emecé) y Gorodischer obtuvo la Beca Fulbright para concurrir al International Writting Program en la Universidad de Iowa, Estados Unidos.
En 1991 Ediciones De la Flor sacó su libro de cuentos "Las Repúblicas", y en ese año Angélica recibió el Premio Gilgamesh al Mejor Libro de Narrativa Fantástica por "Kalpa Imperial" y el Premio al Mejor Cuento Fantástico por "Retrato de la Emperatriz" (incluido en ese libro). También se le otorgó la beca Fullbright para dictar dos cursos en la University of Northen Colorado, Estados Unidos.
En 1993 Ediciones De la Flor publicó su novela "Fábula de la virgen y el bombero", y aparecieron su libro de cuentos "Técnicas de supervivencia" (editado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario) y su novela "Prodigios" (Lumen, Barcelona), escrita por encargo.
En 1994 le entregaron el prestigioso Premio Konex de Platino, en la categoría "Letras: ciencia ficción".
En 1996 la editorial Emecé publicó "La noche del inocente", y recibió el Premio Dignidad, otorgado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
En 1998 se publicaron en Buenos Aires "Esas malditas mujeres" (Ameghino) y "Locas por la cocina" (Biblos), escrito en colaboración con Virginia Haurie, Elvira Ibarguen, Hilda Rais y Ana Sampaolesi.
Recibió el Premio Bullrich, otorgado por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), a la mejor novela del trienio escrita por una mujer.
En 2000 apareció su libro "Cómo triunfar en la vida" (Emecé), ocho cuentos definidos por su estilo y por un tratamiento pseudo detectivesco. Recibió el Premio Esteban Echeverría.
En 2001 Emecé publicó su libro de cuentos "Menta" y en 2002 la misma editorial reeditó "Kalpa imperial" y publicó la novela "Doquier" (novela que se distancia de la novela histórica de moda en aquel momento, protagonizada por mujeres que atraviesan mares y tierras, sin someterse a su destino, capaces de cualquier cosa).
En 2003 apareció su libro de memorias "Historia de mi madre" (Emecé), un relato múltiple escrito en forma de diario, que narra la construcción de la identidad de la hija a partir y en contra de la figura materna. En ese año, 2003, también se publicó la traducción al inglés de "Kalpa Imperial", realizada por Ursula K. Le Guin, cosechando elogios de crítica y público.
En 2004 la Fundación Ross publicó en Rosario "Cien islas", una compilación de sus artículos y cuentos, y en 2005 la editorial Emecé publicó su gran novela "Tumba de jaguares", sobre escritores en el momento en que no pueden escribir.
En 2006 la editorial Edhasa publicó su novela "Querido amigo" y en 2007 aparecieron los textos "A la tarde, cuando llueve", publicados por la editorial Emecé. En ese año, 2007, recibió el Premio del Instituto de Literatura y Cultura Hispánica (ILCH) a la trayectoria.
En 2011 escribió “Diario del tratamiento”, en el que relata su lucha contra el cáncer que la aquejaba.
Gorodischer organizó tres simposios en Rosario sobre creación femenina bajo el título «Encuentro Internacional de Escritoras»: El primero, en 1998, el segundo en 2000 y el tercero en 2002. Ha dado más de 350 conferencias, sobre todo sobre literatura fantástica y sobre escritura femenina. Además, desde 1967 ha sido miembro de jurados de diversos premios literarios en Argentina y en otros países.
Actualmente sigue viviendo en la ciudad de Rosario, Argentina. Es considerada una de las tres voces femeninas más importantes dentro de la ciencia ficción en Iberoamérica, junto con la española Elia Barceló y la cubana Daína Chaviano, pero es obvio que a esta altura de su vida y su carrera tal calificación resulta poco abarcativa.
Si la han leído saben a qué me refiero, y si no lo han hecho, creo que es una gran oportunidad para que lo descubran.
Angélica Gorodischer es una escritora extraordinaria, una de las voces más brillantes, prolíficas y refinadas que podemos encontrar, su vasta obra es prueba de ello y resulta ineludible a la hora de considerar la mejor literatura.

C.J. CHERRY, o la aventura permanente

(Columna 9: publicada 14-03-2014)

Cherryh comenzó a escribir historias a los diez años, frustrada porque dejaron de pasar en TV su serie favorita, Flash Gordon. Es una de las escritoras de ciencia ficción más prolíficas de la actualidad. Desde que en 1976 publicara sus dos primeras novelas, ha escrito más de sesenta obras. En 1977 recibió el Premio John W. Campbell al mejor autor novel, le siguieron tres Premios Hugo, un Premio Locus y un Premio Skylark por toda su contribución a la ciencia ficción. Sus libros y sagas generalmente se centran en el extraterrestre como protagonista, y lo diferente de su modo de pensar respecto a los humanos (como en su saga de Chanur), o en sutiles conceptos de especulación científica como la psicogénesis (Cyteen). También ha escrito fantasía (Paladín) o fantasía mezclada con CF (la saga de Morgana).
El Asteroide 77185 Cherryh, descubierto el 20 de marzo 2001, fue nombrado en su honor.

Caroline Janice Cherry(h) nació el 1 de septiembre de 1942 en St. Louis, Misuri, Estados Unidos.
Estudió en la Universidad de Oklahoma donde, además de su formación en antropología, historia clásica, arqueología y lingüística, se dedicó a aprender por su cuenta ciencias como la física, la genética y otras. En 1964, recibió una Licenciatura en Artes, Licenciatura en América de la Universidad de Oklahoma, con especializaciones académicas en  arqueología,  mitología e historia de la ingeniería. En 1965, recibió una Maestría en Artes, grado en Clásicos, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. También se especializó en esgrima y tiro con arco.
Después de la graduación, Cherryh enseñó latín, griego antiguo, los clásicos y la historia antigua en la John Marshall High School, una secundaria pública de la ciudad de Oklahoma. Su pasión era la historia, la religión y la cultura de la Roma y la Grecia antigua. Durante los veranos, dirigía visitas de estudiantes a las antiguas ruinas de Inglaterra, Francia, España e Italia. En su tiempo libre escribiría, utilizando la mitología de Roma y Grecia como escenarios para sus historias del futuro. 
Cherryh no siguió la trayectoria profesional típica de los escritores de CF de ese momento, que primero publicaban cuentos en las revistas de ciencia ficción y fantasía, y luego progresaban a novelas. De hecho, Cherryh no se propuso escribir historias cortas hasta después de que tuvo varias novelas publicadas.
En cambio, escribió novelas en su tiempo libre de la enseñanza y presentó estos manuscritos directamente para su publicación. Al principio no tuvo mucho éxito. Incluso se vio obligada a volver a escribir algunas de sus primeras obras cuando varios editores perdieron los manuscritos que ella les había enviado. Volver a escribir a partir de copias de carbónico era más barato que pagar las fotocopias, y, en efecto, la obligó a reescribir esos manuscritos perdidos (usar carbónico para hacer al menos una copia de un manuscrito era una práctica usual antes de la popularización de las computadoras). 

Su gran éxito llegó en 1975 cuando Donald A. Wollheim compró dos manuscritos que había presentado a la DAW Books: La Puerta de Ivrel y Hermanos de la Tierra. Las dos novelas fueron publicadas en 1976 y ganaron reconocimiento inmediato, valiéndole a Cherryh el Premio John W. Campbell al mejor escritor novel.
La Puerta de Ivrel (el primero de la Saga de Morgana) narra el viaje de Morgaine, Margen-Angharan, según los pobladores de otros mundos, una heroína guerrera de tintes legendarios y míticos. Su belleza y la destreza con las armas la colocan a la altura de los viriles paladines de las novelas de caballería. En este primer libro conoce a Vanye, quien se convertirá en su compañero y escudero fiel, ligado a ella por un juramento y un estricto código de honor, después de haber sido expulsado de su clan por homicida. Pero en este mundo de fantasía épica también existen las Puertas Intemporales, escombros de una civilización olvidada, restos de una tecnología que nadie comprende ni sabe cómo recrear, tecnología indistinguible de la magia.
Aunque no todos sus trabajos han sido publicados por DAW Books, durante este primer período Cherryh desarrolló una fuerte relación con la familia Wollheim y su editorial; con frecuencia viajaba a  Nueva York y se quedaba con los Wollheims en su casa familiar, en Queens. De hecho, fue Donald quien le sugirió agregar la h al final de su apellido, para que no pareciera el de un autor de novelas románticas, y usar sólo las iniciales de su nombre para disimular el hecho de que era mujer, en un momento en que casi todos los escritores de CF eran hombres.
Publicó otras seis novelas antes de que terminara la década de los ´70. 
En 1979, su cuento "Cassandra", basado en una versión moderna del mito griego, ganó el Premio Hugo al mejor cuento corto y Cherryh dejó de enseñar para dedicarse de lleno a escribir. 
Sus obras se dividen en varias esferas y arcos narrativos, sobre todo en torno al universo de la Alianza-Unión: La saga de Morgana (cuatro novelas publicadas entre 1976 y 1988), la de Chanur (cinco novelas publicadas entre 1981 y 1992) y la de Foreigner (catorce novelas publicadas entre 1994 y 2013, con la quinceava pendiente de publicación), que junto con otros libros independientes suman veintisiete novelas y siete recopilaciones de cuentos.
Debido a su variada y prolífica producción, es difícil clasificar la escritura de Cherryh como parte de un solo subgénero de la ciencia ficción o la fantasía. Se describe generalmente como space ópera, sobre todo por obras como la saga de Chanur (Pyanfar Chanur protege al humano Tully, él es el extraño en la nave de leones antropomorfos y estructura jerárquica matriarcal en la que debe refugiarse para huir de los Kif, en una compleja trama de intereses comerciales y políticos). Pero las novelas de las Guerras de MRI también son ejemplos del subgénero de la ciencia ficción militar. La serie Merovingen Nights tiene lugar en un solo planeta y cuenta con héroes de capa y espada y bajos niveles de tecnología, lo mismo que la saga de Morgana, en un tiempo y espacio remotos respecto de la secuencia principal, y también pueden calificarse como fantasía científica. La novela Voyager in night también incluye elementos de horror. Y por libros como La Estación de los bajos fondos y Cyteen, también se la ubica dentro de ciencia ficción dura.
En Cyteen, uno de los aspectos que más llama la atención son los supuestos documentos científicos que se intercalan con los capítulos de la novela. Forman parte de la acción del mismo modo que los capítulos narrativos y la información contenida allí es la base especulativa de la historia, que gira en torno a la posibilidad de clonar no sólo aspectos físicos comunes de los seres vivos, sino también sus personalidades, sus inclinaciones de temperamento, su inteligencia creativa, su inteligencia analítica (psicogénesis), y aún más allá, la posibilidad de diseñar desde un laboratorio seres humanos completos. Los clones no son simples repeticiones de seres humanos, sino criaturas con complicados mapas genéticos que involucran sus tendencias psicológicas y sus inteligencias, y el impacto que pueden causar a mediano y a largo plazo en las comunidades mismas. Cherryh logra hacer de eso una posibilidad creíble y por lo tanto muy inquietante.
En todos los casos Cherryh crea culturas, especies y perspectivas tan exóticas como creíbles, llevando al lector a reconsiderar supuestos básicos sobre la naturaleza humana. Sus mundos son complejos y realistas, y los presenta a través de la implicación en lugar de la explicación, utilizando para narrar una tercera persona muy cercana al personaje, metida en sus impresiones y pensamientos, comparable a una narración de corriente de pensamiento, y a menudo describe las dificultades de traducir / expresar conceptos entre diferentes idiomas. Esto se ve claramente tanto en la saga de Chanur como en la de Foreigner.
En cuanto a sus temas, a menudo se centra en las instituciones (civiles, políticas, militares) y en el papel del individuo dentro de la sociedad; también, en la exploración de los roles de género. Sus personajes revelan fortalezas y debilidades, independientemente de su género, aunque sus protagonistas femeninas se presentan como especialmente capaces y determinadas, y muchos de sus personajes masculinos son retratados como dañados, maltratados, o vulnerables de algún modo.
Cherryh ha descrito el proceso que utiliza para crear sociedades exóticas para su ficción como similar a hacerse una serie de preguntas, y dejar que las respuestas a estas preguntas determinan diversos parámetros de la cultura alien. Algunas de las cuestiones que considera fundamentales: 
  • El entorno físico en el que viven las especies
  • La ubicación y la naturaleza de sus viviendas, incluyendo las relaciones espaciales entre las viviendas
  • La dieta de las especies, método(s) de obtener y consumir los alimentos, y las prácticas culturales con respecto a la preparación de las comidas y el comer (si lo hay)
  • Los procesos que utilizan para compartir conocimientos
  • Costumbres e ideas con respecto a la muerte y el morir, el tratamiento a sus muertos y la vida eterna (si los hay)
  • Cuestiones metafísicas relacionadas con la autodefinición y el concepto que tiene del universo que habitan
A la edad de setenta y un años, C.J. Cherryh sigue escribiendo, le gusta viajar, patinar (sí, patinar) y
regularmente hace apariciones en convenciones de ciencia ficción.
Actualmente vive cerca de Spokane, Washington, compartiendo casa con la artista y escritora de ciencia ficción y fantasía Jane Fancher (Fancher ha publicado seis novelas de ciencia ficción y fantasía, así como dos historias cortas. También realizó la adaptación de La Puerta de Ivrel a novela gráfica).
El blog de Cherryh es:
“Ola sin orilla”, un nombre muy apropiado, ¿no les parece?





domingo, 9 de marzo de 2014

JOANNA RUSS, o como resaltar la escritura de la mujer.

(Columna 8 : publicada 14-02-2014)


Joanna Russ fue una escritora, académica y activa feminista estadounidense. Este mes de febrero hubiera cumplido 77 años. Licenciada en inglés y Master in Fine Arts, enseñó literatura en varias universidades, alternando la actividad docente con la literatura y las conferencias. Escribió más de cuarenta cuentos para diversas revistas y antologías de ciencia ficción, y fue situada por la crítica junto a Disch y Delany como pionera de la New Wave por su prosa dotada de un lenguaje vivo, enérgico, mordaz y atrevido, además de su compromiso con el feminismo radical. Fue galardonada con los premios Hugo, Nebula, Locus y James Tiptree, Jr., entre otros, y  fue nombrada miembro del Salón de la Fama de la Ciencia Ficción y Fantasía en 2013.  Además de su trabajo como escritora de ficción en prosa, Russ también fue dramaturga, ensayista y autora de obras de no ficción, de crítica literaria y teoría feminista. Para Russ, que se declaraba feminista socialista, tanto la ficción como la no ficción eran los modos de participación teórica con el mundo real. El hombre hembra, quizás su obra más conocida, puede leerse tanto en calidad de novela como de texto teórico.

Joanna Russ nació en el Bronx, en Nueva York, en 1937. Desde muy chica hizo sus propios cuentos, poemas, cómics e ilustraciones, y a menudo los encuadernaba cosiéndolos a mano. En su último año de la secundaria, fue seleccionado entre  los diez ganadores del Westinghouse Science Talent Search. Comenzó a hacerse notar en el mundo de la ciencia ficción en la década de 1960, en particular por su libro Picnic en el Paraíso, que mezcla elementos de fantasía con ciencia ficción. En ese momento, la CF era un campo dominado por autores masculinos, escribiendo para un público predominantemente masculino, pero las mujeres estaban empezando a generar su espacio.
Russ fue una de las autoras más abiertas al desafiar la dominación masculina en la materia, y es considerada como una de las conductoras de la ciencia ficción feminista. También fue uno de los primeros grandes autores de ciencia ficción en tomar la slashficción (ficción centrada en la atracción interpersonal y las relaciones sexuales entre personajes del mismo sexo) y sus implicaciones culturales y literarias en serio. Su escritura se caracteriza por la ira entremezclada con humor e ironía. Algunos de sus cuentos premiados son: "Almas" (1982), "Cuando cambió" (1972), "La Segunda Inquisición" (1970), "Hombre pobre, mendigo Hombre"(1971), "Los Viajes Extraordinarios de Amélie Bertrand" (1979), y "El Misterio de los Caballeros Young" (1982). 
La muerte del caos (And Chaos Died, 1970) es una novela muy interesante. Comienza describiendo cómo una nave se estrella en un planeta extraño y qué les sucede a sus tripulantes al entrar en contactos con los pobladores. Y en el segundo capítulo la nave vuelve a estrellarse. Ahí uno dice, “un momento…” Y es que en esta novela todo puede pasar, porque lo primero que le enseñan los pobladores del planeta al protagonista es que no hay limitaciones para los poderes psi: telepatía, teleportación… En contraste con la total armonía de este mundo, la Tierra es un planeta de agudo hacinamiento, donde casi no existe "naturaleza".  Un poderoso estado burocrático y policial supervisa los actos de todos los ciudadanos, la creatividad y la individualidad son reprimidas y canalizadas en rígidas formas sociales. Y pasa de todo, en apenas 200 páginas.
En 1975 publicó El hombre hembra (The Female Man). El primer capítulo dice: 
“Nací en una granja en Whileaway. Cuando tenía cinco años me enviaron a un colegio del Continente Sur (como a todo el mundo) y cuando cumplí los doce me reuní con mi familia. Mi madre se llamaba Eva y mi otra madre Alicia; yo soy Janet Evason. A los trece años,  aceché y maté un lobo, yo sola, en el Continente Norte por encima del paralelo cuarenta y ocho, utilizando solamente un rifle. Llevé a rastras la cabeza y las patas, luego abandoné la cabeza, y finalmente llegué a casa con una sola pata, prueba suficiente (pensé). He trabajado en las minas, en la cadena de radio, en una vaquería, en una huerta y, durante seis semanas, después de haberme roto la pierna, como bibliotecaria. A los treinta años di a luz a Yuriko Janetson; cuando se lallevaron al colegio cinco años más tarde (y nunca he visto a una niña protestar tanto), decidí tomarme algún tiempo libre para 'ver si podía encontrar la antigua casa de mi familia, ya que ellas se habían trasladado después de que yo me casara y me instalara cerca de Ciudad Minera, en el Continente Sur. Pero el lugar estaba irreconocible; nuestras zonas rurales cambian constantemente. No pude encontrar más que trípodes de señalización por todas partes, en los campos extrañas cosechas que yo no había visto nunca, y una banda de niñas itinerantes. Se dirigían al Norte para visitar la estación polar, y se ofrecieron a prestarme un saco de dormir para pasar la noche, pero decliné el ofrecimiento y me quedé en casa de la familia residente; a la mañana siguiente emprendí el regreso a casa. Desde entonces he sido Oficial de Seguridad, es decir SP (Seguridad y Paz), puesto que llevo desempeñando ya seis años. Mi puntuación en el Stanford- Binet (según vuestros términos) es deciento ochenta y siete, la de mi mujer, doscientos tres y la de mi hija, ciento noventa y tres. Yuki supera todos los récords en las pruebas verbales. He supervisado la excavación de zanjas cortafuegos, he actuado como comadrona, y he ordeñado más vacas de las que desearía que existiesen. Pero Yuki va loca por los helados. Quiero a mi hija. Quiero a mi familia (somos diecinueve). Quiero a mi mujer (Vittoria). He tenido cuatro duelos. He matado cuatro veces.”
Ese es todo el primer capítulo. ¡Menos de 400 palabras en las que se cuenta tanto! Naturalmente, al terminarlo uno se pregunta qué me contará en todo el resto de la novela... Y lo que cuenta es la historia de cuatro mujeres que viven en mundos paralelos. Cada vez que una de ellas intercambia planos de existencia con otra, surgen diferentes observaciones acerca del rol de cada género, así como un intercambio de nociones acerca de lo femenino y lo masculino. El "hombre hembra" del título se refiere a una de las protagonistas, Joanna, quien ha procurado borrar su identidad femenina para alcanzar el éxito en un mundo masculino, básicamente el nuestro durante la década de 1970. Por otro lado está el mundo de Jeannine, una realidad en donde la Gran Depresión de 1929 nunca concluyó y donde la Segunda Guerra Mundial jamás comenzó a causa del asesinato de Adolf Hitler en 1936. El tercer "plano" pertenece a Janet; una suerte de sociedad feminista utópica ubicada en un futuro lejano, donde todos los hombres han muerto a causa de una plaga genética, y aparentemente también genérica, que se prolongó durante 800 años. Tras convertirse en verdaderas maestras de la partenogénesis, el lesbianismo se transforma en un ejemplo de "relación tradicional" que con el tiempo olvida su pasado clandestino y llega a objetar vívamente cualquier otra alternativa para el amor. Finalmente, está el mundo de Jael, que es una distopía en donde hombres y mujeres se encuentran literalmente en guerra. El conflicto lleva unos cuarenta años de desarrollo, aunque con algunas intermitencias, por ejemplo, cuando ambos bandos intercambian especímenes con el propósito de procrear. Esta guerra ha motivado ciertos “ajustes”. Por ejemplo, el bando de los hombres ha creado una estirpe cosméticamente alterada de caballeros afeminados con el propósito de satisfacer el deseo creciente de la tropa. Finalmente Jael les revelará que ella es la artífice de que las cuatro se hayan reunido y les dice que “son cuatro versiones de la misma mujer”. Lo que desea es que le ayuden a derrocar la opresión de los hombres en los otros mundos. Janet se niega, debido al pacifismo del mundo del que ella proviene, pero Jael afirma que la razón de la ausencia de los hombres en Whileaway no es debido a una plaga, sino porque las mujeres ganaron la guerra y mataron a todos los hombres en el pasado de su línea de tiempo.
El hombre hembra fue aclamada unánimemente por la crítica como un aporte esencial al género. Aprovecha al máximo la capacidad de la ciencia ficción para presentarnos el contraste entre el mundo que conocemos (las vida que viven muchas mujeres) y un mundo alternativo (la vida que podrían llevar en otras condiciones), todo ello, narrado en un tono poético e intimista.
Aquí se puede leer el libro entero.
Russ decía que la ciencia ficción da algo a sus lectores que no puede ser fácilmente adquirido en cualquier otro lugar. Sostuvo que la ciencia debe ser precisa, y la seriedad es una virtud. Insistió en las cualidades únicas de este género, sosteniendo que la ciencia ficción tenía mayor flexibilidad en comparación con otras formas de escritura. También estaba interesada en demostrar las potencialidades únicas de las escritoras de ciencia ficción. A medida que su carrera entró en su segunda etapa, en la década de 1980, comenzó a preocuparse por las normas de corrección. 
En 1983 publicó el libro Cómo suprimir la escritura de la mujer (How to Suppress Women's Writing), que está escrito en el estilo sarcástico e irreverente de una guía que explica cómo se les impide a las mujeres la producción literaria, no dándoles el reconocimiento cuando producen este tipo de obras o menospreciado sus contribuciones. Aunque se centra principalmente en textos escritos en inglés, Russ también incluye ejemplos de trabajos en otros idiomas y en otros medios de comunicación, como las pinturas. Citando autores y críticos como Suzy McKee Charnas, Margaret Cavendish y Vonda McIntyre, el libro tiene como objetivo describir las fuerzas sociales sistemáticas que impiden el reconocimiento generalizado de la obra de autoras.
El libro describe once métodos comunes que se utilizan para
ignorar, condenar o despreciar la obra de autoras:
Prohibiciones: Impedir a las mujeres el acceso a las herramientas básicas para la escritura.
Mala fe: Inconscientemente crear sistemas sociales que ignoran o devalúan la escritura de las mujeres.
La negación de la autoría: Negar que una mujer lo escribió.
La contaminación de la autoría: Argumentar que su arte no es auténtico, no es arte en realidad, o no debería haber sido realizado.
El doble estándar de contenido: Reclamar que un conjunto de experiencias se considera más valioso que otro.
Falsa categorización: Categorizar incorrectamente artistas mujeres como esposas, madres, hijas, hermanas, o amantes de los artistas masculinos.
Aislamiento: Crear la creencia de que se trata de un logro aislado afirmando que sólo un trabajo o una corta serie de poemas se considera importante.
Anomalización: Afirmar que la mujer en cuestión es excéntrica o atípica.
Falta de modelos: Reforzar la dominación de los autores masculinos en los cánones literarios con el fin de cortar la inspiración de escritoras y modelos a seguir.
Respuestas: Obligar a las mujeres a negar su identidad femenina con el fin de ser tomadas en serio.
Estética: Popularizar trabajos estéticos que contienen papeles y caracterizaciones denigrantes de las mujeres. 
Feministas, activistas por los derechos civiles y estudiosos en general recibieron muy bien el libro. Está especialmente considerado por su humor y el ingenio con que está escrito, así como por su desmenuzamiento y novedosa presentación de los problemas de sexismo y el racismo en los estadios de arte y la escritura.
Aunque Russ era una feminista activa y fue una de las colaboradoras centrales en la escena de la ciencia ficción feminista a finales de 1960 y 70, Cómo suprimir la escritura de la mujer marcó su transición para enfocarse en la crítica literaria. En la década de los 80, se dedicó a escribir un ensayo titulado "Utopías Feministas Recientes", que fue publicado más tarde, en 1995, como parte de su libro Escribir como una mujer: Ensayos sobre Feminismo y Ciencia Ficción.

Más adelante en su vida publicó poco, en gran parte debido a un dolor de espalda crónico y el síndrome de fatiga crónica. Falleció el 29 de abril de 2011. 

miércoles, 5 de febrero de 2014

Judith Merril, o una vida militante

(Columna 7 : publicada 10-01-2014)


Judith Merril (Judith Josephine Grossman) nació en 1923 y falleció en 1997; este mes hubiera cumplido 91 años. Escritora, editora y activista política, militante literaria, fue una de las primeras mujeres en ser ámpliamente influyente en esos roles. 
Aunque los primeros cuentos que logró vender eran sobre deportes, pronto se dedicó a la ciencia ficción. Sus casi cuatro décadas de infatigable trabajo en el género incluyen la escritura de novelas, cuentos y la edición de gran cantidad de antologías, por las que recibió gran reconocimiento. Pero su mayor aporte fue (es) el establecimiento de altos estándares de calidad en la elaboración de las historias, la idea de que la CF no tiene por qué mantenerse fuera de la corriente principal de la mejor literatura.

Merril nació en Boston, U.S.A., pero cuando era niña se mudó a Nueva York con su madre Ethel, luego del suicidio de su padre. Ethel Grossman había sido una sufragista, fue una de las fundadoras de la organización sionista de mujeres Hadassah, y Merril siguió su modelo de lucha de orientación sionista y marxista desde la adolescencia. En 1939, cuando se graduó de la secundaria, el pacto Hitler-Stalin la hizo cambiar a una perspectiva trotskista.
En 1940, a los 17 años, se casó con Dan Zissman, a quien había conocido menos de 4 meses antes en un picnic trokista del 4 de Julio en el Central Park. Su hija Merril Zissman nació en diciembre de 1942. 
Durante este período, también se convirtió en una de las pocas mujeres miembros de los Futurians, organización con sede en Nueva York de escritores, editores, artistas y fans de ciencia ficción. Organización que incluía a Frederik Pohl, con quien Merril se casaría más tarde, y a Cyril M. Kornbluth, con quien ambos escribirían recordadas novelas (entre otras: “Mercaderes del espacio”, Pohl; “Hijo de Marte”, ella).
En esa época, Judith toma el nombre de su hija como apellido y comienza a usar el seudónimo con el que se la conocerá hasta hasta hoy.
Su primera novela, “Sombras en el hogar” (Shadow on the Hearth, 1951), recibe excelentes críticas, que la comparaban con “La tierra permanece”, de George R. Stewart. Como la novela de Stewart, es una historia de sobrevivencia postapocalíptica, con un planteo muy de guerra fría: han caído bombas nucleares sobre algunas grandes ciudades, el gobierno civil ha sido reemplazado por un comité de crisis, pero la novela no se enfoca en asuntos de alta política internacional, sino en los esfuerzos de una mujer que vive en los suburbios y lucha día a día para sobrevivir junto a sus dos hijas en ese nuevo escenario donde aquello de “pueblo chico, infierno grande” toma una dimensión tremenda.

Su cuento "Punto Muerto" es uno de sólo dos relatos tomados de cualquier revista de ciencia ficción o fantasía para los Best American Short Stories, volúmenes editados en la década de 1950. 
Les recomiendo ampliamente su cuento "Sólo una madre" (That only a mother), incluida en “Mujeres y maravillas” (Woman of wonder, 1977) publicado por Bruguera,  extraordinaria antología compilada por Pamela Sargent sobre la CF escrita por mujeres.
En este relato también está presente el temor a los peligros postatómicos: cuenta la historia de una mujer que está llevando a término un embarazo delicado en un mundo casi dominado por la esterilidad, todo narrado mediante las cartas que le envía a su esposo de viaje en el extranjero. Un cuento terrible.
En 1950, año en que nació su segundo hijo, Ann, Merril comenzó a editar sus célebres  antologías de cuentos de ciencia ficción, sobre todo sus populares "Mejor del Año" que publicó ininterrumpidamente desde 1956 hasta 1967; la última se publicó en 1985. 
En sus presentaciones editoriales, charlas y otros escritos, argumentó activamente que la ciencia ficción ya no debía ser aislada, sino formar parte de la corriente principal de la literatura. 
Obtuvo gran prestigio por su trabajo como antóloga y editora, ya que tomó la iniciativa en la promoción de normas literarias más altas y un mayor sentido de la profesionalidad en el campo, especialmente mediante la creación de una serie de conferencias anuales de escritores en Milford, Pensilvania, donde ella vivía entonces. Los manuscritos eran trabajados en estas reuniones, alentando mayor cuidado en la planificación de las historias, promoviendo un sentido de solidaridad, que llevó eventualmente a la formación de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción (hoy la SFWA).

Hubo por supuesto autores descontentos que comenzaron a quejarse de que la “Mafia de Milford” estaba poniendo en peligro las virtudes únicas de CF al imponer normas literarias esencialmente ajenas al campo. Una pavada importante, por supuesto; pero en todos lados se cuecen habas.
A principio de la década de 1960, cuando se casó por tercera vez, Merril comenzó un proyecto bajo contrato con Lion Books en Chicago que no fructificó, pero que inspiró a su editor Harlan Ellison (¿les suena?) para llevar adelante con su propia versión del proyecto. Así surgió “Visiones Peligrosas” (Doubleday, 1967). 
Como iniciadora de la nueva ola del movimiento, en 1968 Merril editó la antología “Inglaterra Swings SF”; seleccionó las historias mientras vivía en Inglaterra, durante un año a fines de los ´60.
Luego se mudaría a Canadá en protesta por la censura y persecución política del gobierno de USA a los que se oponían a la guerra. Se convertiría en ciudadana en 1976.
Allí fue residente fundadora de Rochdale Colegio, un experimento en la educación dirigida por el estudiante y la vida cooperativa, una parte muy importante del zeitgeist de la época. En Rochdale, ella era la "persona responsable en escritura y publicación" con su extensa colección personal de libros y manuscritos inéditos. 
En 1970, Merril propuso a la Biblioteca Pública de Toronto reunir toda la ciencia ficción publicada en Inglés y donó todos sus libros y revistas a la biblioteca, que estableció el "Spaced Out Library".
Desde 1978 hasta 1981 Merril presentó las emisiones canadienses de Doctor Who. Como el "Undoctor", Merril hacía presentaciones cortas (3-7 minutos) con comentarios filosóficos sobre temas de la serie.
Merril fue una activa organizadora y promotora de la ciencia ficción en Canadá. Por ejemplo, fundó la red Hydra Norte de escritores. En 1985 puso en marcha y editó el primer número de “Tesseract”, la primera antología de ciencia ficción canadiense, que ayudó a definir una versión particularmente canadiense de escribir ciencia ficción. 
A principios de la década de 1980, Merril donó a los Archivos Nacionales de Canadá su voluminosa colección de la correspondencia, manuscritos inéditos y materiales de ciencia ficción en japonés. Esto se convirtió en los Archivos Nacionales "Judith Merril Fonds."
Desde mediados de la década de 1970 hasta su muerte, Merril pasó mucho tiempo en el movimiento por la paz de Canadá, también se mantuvo activa en el mundo de la CF como comentarista y mentora. 
Su vida de trabajo fue premiada por el Festival Internacional de Autores en el Harbourfront Centre, Toronto. La SFWA la nombró Autor Emérito en 1997 y se convirtió en miembro del Salón de la fama de la Ciencia Ficción y la Fantasía en 2013. 
Pasó mucho tiempo trabajando en sus memorias. Su nieta Emily Pohl-Weary, hija de Ann, es escritora de ciencia-ficción y literatura juvenil, y fue co-autora de la biografía póstuma de Merril, mediante el acceso a sus borradores, notas y cartas. 
Cuando Judith vio que se acercaba su muerte, dejó una considerable suma de dinero para celebrar una fiesta de celebración/memorial en el Bamboo Club de Toronto, incluso preparó una lista detallada de quién debía llamar a quien, cuando finalmente muriera.


En Amazing Stories:

sábado, 14 de diciembre de 2013

IV Encuentro Internacional de Ciencia Ficción / FIL Quito 2013

(COLUMNA 6: Publicada 13-12-2013)
Hace dos semanas tuve el gusto de participar del IV Encuentro Internacional de Narrativa de Ciencia Ficción, Fantasía y Serie Negra, que se celebró en Ecuador, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Quito, del 23 al 25 de noviembre de 2013. Fue una experiencia maravillosa. Más abajo les comparto una breve descripción de las charlas y debates que conformaron el evento. Pero por encima de eso, que podríamos llamar la parte formal, está el verdadero corazón de la cosa: la extraordinaria oportunidad de encontrarme con este grupo de personas.
Marcelo Novoa (Editorial Puerto de Escape, Chile), Solange Rodriguez Pappe (escritora, Ecuador), Leonardo Wild (Novelista, ensayista y guionista, Ecuador), Alexandra Davila (escritora, Ecuador), Fernando Naranjo Espinoza (escritor, Ecuador), Xavier Cruz (Tertulia de Guayaquil, Ecuador), Renata Duque Lasio (escritora, Ecuador), Raúl Aguiar (escritor y editor, Korad Espacio Abierto, Cuba), Iván Rodrigo Mendizábal (escritor, Bolivia), Jorge Valentín Miño (escritor, Ecuador) y Yoss José Miguel Sánchez (escritor, Cuba).
Con algunos de ellos nos escribimos hace tiempo, es gente cuya labor admiro y respeto, y con quienes siento que compartimos los mismos propósitos acerca de la difusión del género, pero de los demás sabía poco más que el nombre (me avergüenza reconocerlo) y tuve el placer de conocerlos allí.

Conformamos de inmediato un excelente equipo de trabajo, con el que rápidamente se terminaron de ajustar los detalles de charlas y el evento en general.
Por problemas con los pasajes no pudo acompañarnos Susana Sussmann, de Venezuela,
(ella habla al respecto en su columna  de noviembre en Amazing
y hubo que rearmar las charlas que debieron contar con su participación.
Y una vez resuelto esto, puesta a andar la maquinaria del evento (seis charlas, una el primer
día, dos el segundo y tres el tercero), nos encontramos buscando qué más hacer, cómo seguir aprovechando el encuentro y cómo lograr que trascendiera la feliz ocasión de vernos cara a cara, y la gestalt multiplicara su alcance e importancia cuando cada uno de nosotros volviera a su casa.
Lo primero fue conformar una unidad y darnos un nombre (los nombres son importantes; confieren cierta entidad a las cosas; las convocan a la realidad desde la nada del origen), y ese nombre es Concilio Internacional de Ciencia Ficción y Tendencias Alternativas. Podría describirse con un grupo de encuentro y planificación para la promoción de la literatura fantástica en español (ciencia ficción, fantasía, terror y serie negra) y otras manifestaciones artísticas del género. Y nuestro primer acto como organización ha sido convocar al 1er. Concurso Literario de Ciencia Ficción y Fantasía “Equinoccios 2014”, para escritores ecuatorianos
(aquí pueden leerse las bases

(una forma de devolver la atención de habernos invitado y reunido en su patria); los cuentos seleccionados se publicarán simultáneamente en varios de los países miembros.

El tema de esta columna es la mujer dentro de la ciencia ficción (como escritora, lectora, personaje, temática y mirada) y en la próxima entrega les hablaré justamente de la mujer dentro de la CF latinoamericana, porque en esta ya me he extendido más de la cuenta.

Sólo me queda decir que este encuentro fue sólo el principio. 



IV Encuentro Internacional de CF y Serie negra

  
Bienvenida: Alexandra Dávila

Primera novela ecuatoriana de CF
Trayectoria de la CF ecuatoriana,                             
Temáticas                  
Iván Rodrigo, Leonardo Wild, Jorge Miño    
                                      
Modera Renata Duque

Apertura del encuentro con una charla sobre la evolución de la CF en Ecuador. Temáticas, estilos y autores representativos. Actualidad del género.




Venezuela-Argentina-Chile                                                        
“La problemática de la lectura”
a) La experiencia de "FORJADORES"                                                                                          
b) La experiencia  de  la Revista "Próxima"   
c) La experiencia de la Editorial Puerto de Escape       
*Fernando Naranjo (Ecu) por Susana Sussmann (Ven), Laura Ponce (Arg) y Marcelo Novoa (Ch)
Modera: Renata Duque (Ecu)
Presentación de "PRÓXIMA" por Laura Ponce

La problemática de la lectura y la búsqueda de nuevos lectores desde diferentes clases de soportes: publicación digital, revistas y libros. La experiencia de Forjadores (Ven), revista virtual, portal web y taller literario on line con participantes y lectores de diferentes partes del mundo; la experiencia de PROXIMA (Arg), revista en papel que busca llegar a un nuevo público fuera de los grupos habituales y construir el seguimiento de una publicación periódica; y la experiencia de Puerto de Escape (Ch), editorial con un largo catálogo de libros fantásticos y de ciencia ficción. La relación con los lectores y la búsqueda de contenidos atractivos, así como la difusión del material producido por autores locales. Importancia e influencia de las políticas de estado aplicadas a la cultura: tipo de textos elegidos para los colegios como material de estudio. Cambios de paradigmas.
* Debido a que Susana Sussmann no pudo viajar debido a problemas con los pasajes, Fernando Naranjo realizó la presentación del sitio Forjadores.



Cuba-Ecuador                                                                                        
"Ciencia Ficción, Centro y periferia"              
Xavier Cruz (Ecu) y YOSS (Cu)
ModeraAlexandra Dávila
                                                                   
Presentación de Antología de CF cubana por Raúl Aguiar

Xavier Cruz, de la Tertulia Guayaquileña, hizo un raconto de la evolución de la Ciencia Ficción en el mundo anglosajón y en los países llamados centrales, nombrando autores y temáticas desde los inicios con Mary Shelley y su Frankenstein, pasando por la Época de Oro, la New Weave y el Ciberpunk, hasta la actualidad, mientras Yoss trazaba el paralelismo con los autores y temáticas que se daban al mismo tiempo en Latinoamérica y la periferia.







Cuba-Ecuador                                                                                        
"Ciencia Ficción como literatura reflejo del presente"
Raúl Aguiar (Cu) y Leonardo Wild (Ec)                                                        
Modera Jorge Miño   (Ecu)                                        
Presentación de Antología de CF de latinoamérica por Raúl Aguiar

Leonardo Wild, escritor de triller, comentaba cómo elementos antes exclusivamente de la Ciencia Ficción se han vuelto la herramienta más apta para narrar el presente, debido a que supuestos de la especulación científica se han convertido en hechos concretos incorporados hoy a la vida cotidiana cada vez con mayor rapidez y naturalidad. Raúl Aguiar decía en cambio que las herramientas de la CF y su análisis (y creación) de un futuro posible continúan siendo irremplazables.





Argentina-Ecuador      
"¿Es relevante la visión de género en la CF?”
Laura Ponce (Arg) y Solange Rodríguez (Ecu)
Modera Iván Rodrigo

Laura Ponce y Solange Rodriguez debatieron acerca de la visión de género dentro de la CF y si existe una escritura femenina. Dando diferentes ejemplos de escritoras y abordajes, así como sobre la discriminación y el tema del “distinto”.




Chile-Ecuador                                                                              
1. Nuevos caminos de la CF en Latinoamérica: Blogs, editoriales y eventos masivos. Por Marcelo Novoa (Ch)    
2. Literatura de la imagen en la CF Eduardo Villacís  (Ecu)     
Modera Jorge Miño

Clausura Fernando Naranjo

Marcelo Novoa hizo un repaso acerca de la actualidad del género en Latinoamérica, los emprendimientos editoriales y las diferentes formas de publicación, y la importancia de estos eventos que reúnen a creadores y fanáticos.
Eduardo Villacís dio el cierre con la proyección de imágenes de la muestra “El espejo humeante”, desopilante e impecable ucronía basada en la premisa de que los aztecas no fueron los conquistados sino los conquistadores de Europa. Muestra armada con todas las características de una instalación histórica en un museo tradicional, de gran calidad gráfica, recopilada en un libro de excelente factura.
Fernando Naranjo, impulsor y gestor de estos encuentros internacionales que ya van por su cuarto año consecutivo, realizó la clausura del evento, compartiendo una serie de conclusiones generales y expresando el reafirmado deseo de seguir colaborando por la difusión y crecimiento del género producido en estas tierras.

Y para probar que no se trata sólo en palabras, los participantes de este encuentro han conformado el Concilio Internacional de Ciencia Ficción, que ya cuenta con miembros de Ecuador, Chile, Bolivia, Argentina, Venezuela, Colombia y Cuba, y su primer acto como organización ha sido convocar al 1er. Concurso Literario de Ciencia Ficción y Fantasía “Equinoccios 2014”, para escritores ecuatorianos (una forma de devolver la atención de habernos invitado y reunido en su patria); los cuentos seleccionados se publicarán simultáneamente en varios de los países miembros.

El futuro luce muy prometedor.