Octavia Butler era una
chica negra, pobre, inusualmente alta, tímida, tartamuda, disléxica y lesbiana.
Desde muy joven tuvo una idea bastante clara de lo que era la discriminación en
sus muchas formas y utilizó la ciencia ficción para explorar temas sociales
antiguos y modernos. A menudo representó conceptos como raza, sexualidad, género,
religión, progreso social y clase social con metáforas, sin embargo a veces
están directamente presentes en sus relatos, como la lucha de clases en la
serie de Parable of the Sower
(La parábola del sembrador, 1993), sobre el origen de la religión ficticia
"Earthseed", o lo que significa ser parte de una continuidad en Fledgling (Pichón, 2005), una historia
de vampiros con contexto de ciencia ficción, sobre la diversidad como
imperativo biológico. En 1995 se convirtió en la primera escritora de ciencia
ficción en recibir el título "Genius" de la Fundación MacArthur.

La lectura fue la principal compañía
de su niñez y en seguida se interesó por revistas como Amazing (je), Fantasy and
Science Fiction y Galaxy, leyendo
todos los clásicos de la ciencia ficción.
A los doce años estaba viendo en
televisión "La Diabólica chica de Marte", una película muy mala, y
decidió que ella podía escribir una historia mejor. Apagó la tele y se puso a
escribir. Así escribió su primer cuento de ciencia ficción, y nunca dejó el
género.

Su primer cuento publicado, “Crossover”, apareció
en una antología de 1971 y otro relato corto, “Childfinder”, fue comprado
por Harlan Ellison para la antología The Last Dangerous Visions, que nunca llegó a publicarse, pero pasarían
otros cinco años de rechazos editoriales y diferentes trabajos antes de que consiguiera vender otra obra,
y fue su primer novela: Patternmaster, la primera de la serie Patternist. En los ocho años siguientes publicaría las otras cuatro
novelas de la serie, que explora la dinámica del poder y la esclavitud narrando
cómo dos personajes potencialmente inmortales construyen sus familias.
En 1979 publicó la novela Kindred (Pariente), que utiliza los
viajes en el tiempo para hablar de la esclavitud en los Estados Unidos. No es
una obra estrictamente de CF (no hay explicación alguna del viaje) pero se
convirtió en su obra más popular.



La saga analiza
admirablemente temas como el deseo, la voluntad y la libertad, la necesidad de
autodeterminación y el manejo del poder. También el odio irracional y el
rechazo visceral, instintivo, hacia lo diferente (habla de racismo, pero
también de discriminación por género e identidad sexual).
Los tres libros son distintos
entre sí, tienen un ritmo y un tono diferente, el que les impone su narrador,
pero cada personaje está maravillosamente armado y los tremendos desafíos con
los que se encuentran, los dilemas personales, éticos y morales a los que se
ven enfrentados, están narrados de un modo inquietante que cala hondo en el
lector.
Butler también abordó algunas de estas
cuestiones en su cuento “Bloodchild” (Hijo de sangre), ganador de los premios
Hugo, Nébula, Locus y Science Fiction
Chronicle e incluido en la antología Bloodchild
and Other Stories de1996. Trata sobre humanos que viven en una reserva de
un planeta alienígena gobernado por criaturas insectoides. Los alienígenas se
reproducen implantando huevos en los humanos, con quienes comparten una
existencia simbiótica.
Se los recomiendo enfáticamente.

Y en definitiva creo que eso es
lo que caracteriza el trabajo de Octavia Butler: generarnos preguntas como qué
es esto de estar cómodos, qué es esto de ser aceptados, de “pertenecer”, qué
tan lejos se está dispuesto a llegar en pos de la sobrevivencia y de la
continuidad de un linaje, qué lugar tiene el individuo en el tejido de la
comunidad, cuánto espacio tiene esa individualidad, esa “unicidad” para
manifestarse...
No es poca cosa, ¿verdad?
http://amazingstoriesmag.com/2013/10/octavia-butler-o-el-peso-de-la-diferencia/
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